La necesidad de presentar esta propuesta surge en la inquietud intelectual de grandes académicos de nuestra alma mater, como el Dr. Arturo Valencia Zea, reconocido civilista quien, ya en la década de los 60, planteó la necesidad de renovar un código que fue escrito en un contexto distinto al que para entonces tenía nuestra sociedad.
Recuperando ese legado, en el año 2020, fue entregada a la nación colombiana una primera versión de la propuesta que fue construida con el apoyo de importantes juristas de las más diversas raíces. Esta propuesta se socializó con la ayuda del Ministerio de Justicia y del Derecho y fue sometida a comentarios, sugerencias y críticas que han servido como insumo a la construcción de una segunda versión de la propuesta de reforma.
Han transcurrido cerca de 130 años desde la promulgación de nuestro actual código civil. Desde entonces, la sociedad ha experimentado profundos cambios culturales, sociales y económicos de los cuales debe dar cuenta una norma contemporánea. Entre algunos de los cambios culturales que podemos mencionar se ubican el sistema moderno de Derechos Humanos, la plena igualdad entre hombres y mujeres, el reconocimiento de la diversidad sexual, las nuevas formas de familia, la irrupción de las tecnologías de la información, la globalización, el reconocimiento de sujetos colectivos, así como de sujetos de especial protección, entre muchos otros.
La propuesta de la Universidad Nacional busca dar respuesta a estas realidades, reconociendo el valor de la tradición y del respeto a las instituciones con profundo arraigo en la sociedad y, a su vez, promoviendo su armonización con las necesidades de una sociedad cambiante. Para estos fines, en primer lugar, se propone un libro inicial que da cuenta de las directrices que deben gobernar la interpretación y aplicación de todo el Código, en la que se fijan una serie de principios y máximas basadas en la dignidad humana, la protección del medio ambiente, el desarrollo de las personas, y la satisfacción de sus intereses individuales, familiares, colectivos, de minorías étnicas y de las generaciones futuras bajo el cuidado de la Casa Común.
Figuras como la familia de crianza, el reconocimiento de los animales como sujetos de derecho, el deber de colaboración, la obligación de mitigar los daños, los pactos sucesorios en vida, nuevos remedios frente al incumplimiento de contratos, entre muchas otras, hacen aparición expresa en la propuesta, para dar respuesta a las necesidades de nuestra nación colombiana.
Este nuevo código no solo pretende actualizar la norma a la coyuntura actual, además, busca crear un marco legal que sea más adaptable a la evolución de la sociedad y que no se quede obsoleto en poco tiempo. Esto implica la inclusión de principios generales que guíen la interpretación de las normas y permitan una mayor flexibilidad en su aplicación.
Nuestra propuesta[1], resultado del compromiso institucional con la sociedad, es precisamente eso, una propuesta que hoy entregamos a la sociedad colombiana en su conjunto, al Gobierno Nacional, al Congreso de la República, a las Altas cortes, al conjunto del poder judicial y al cuerpo de juristas de nuestro país; es un documento que espera ser sujeto de profundas discusiones que le permitan evolucionar hacia un mejor código. Esta es una propuesta de construcción colectiva que persigue que nuestro país tenga un código civil integral, flexible y abierto a la justicia.
*Rectora, Universidad Nacional de Colombia.
@DollyMontoyaUN.
[1] Pueden encontrar la propuesta completa en este siguiendo este link: https://rectoria.unal.edu.co/fileadmin/user_upload/pdf/RectoriaUNAL-CodigoCivil_2v_2023.pdf